jueves, 27 de febrero de 2014

Mascarada de galletas

El Carnaval no es oficialmente hasta el 3 de marzo (creo), pero quién quiere esperar, ¿no?
Yo relaciono esta fiesta con las máscaras venecianas. Hay muchos tipos de Carnaval en el mundo, sin duda mi favorito es el italiano, que representa el misterio, lo inquietante, lo inconfesable. Parece como si cada persona que lleva una máscara veneciana ocultase el secreto más turbador que hayamos escuchado jamás. Existe una canción de Dead Can Dance que representa esa idea a la perfección, se llama The Carnival is over, por si os interesa.
Ese secreto inquietante ha inspirado estas máscaras, que he dibujado en colores puros, azul, amarillo y rojo, principalmente.

¿Y qué mejor excusa puede haber para utilizar purpurina que esta fiesta? Me encanta incorporar este material, aporta originalidad y es muy visual. Además, para que quede brillante y vistoso no hace falta utilizar mucha. Yo he utilizado las purpurinas Gold Hologram, Silver Hologram (para el antifaz que veréis luego), Lush Lime y Jewel Lavender.
Es muy fácil de aplicar, cuando rellenéis los espacios con glasa, antes de que se seque, metéis con pincel en el bote de purpurina que luego dejáis caer sobre la superficie de glasa húmeda, para que caiga del pincel solo hay que dar golpes suaves.
 ¿Y qué es un Carnaval sin antifaz? La verdad es que es bastante difícil encontrar cortadores de antifaz de diferentes formas y son moldes muy concretos que luego cuesta reaprovechar. Así que busqué diseños de antifaces para colorear en Internet, los amplié, los imprimí, los recorté y los usé de plantilla para cortar la galleta con un cuchillo. Así de fácil y de barato. Además, yo les he encontrado otro uso, por si os da pena comerlas: