domingo, 6 de enero de 2013

Modern cookiefamily

¡Feliz año a todos! Es tarde, pero no he olvidado felicitaros. Han sido unas navidades muy ajetreadas y, la verdad, estaba deseando que acabasen. El mes de diciembre ha supuesto mucho esfuerzo y mi recompensa por ello ha sido una gran noche de fin de año y un encargo muy original.

El reto en cuestión era hacer 20 galletas, 4 de ellas serían una foto familiar y las otras 16 la representación de  una persona determinada junto con su foto. No se trataba de hacer 16 personas distintas, sino 4 galletas por cada persona, y eran 4.

 Estas son las galletas. No tengo la autorización de todos para mostrar su rostro, así que he hecho un apaño para que no se vea (si, ya, no es muy artístico...). El personaje está hecho en glasa y es la representación en azúcar de la persona que corresponde a la foto. El único caso en que no va vestido exactamente igual es en el del niño, al que preferí dibujarle la camisa según otra foto que me había enseñado. Creo que de este modo luce mejor y no hay que utilizar tanto color negro, sino parece muy lúgubre.
El secreto está en los detalles, sin duda. Las galletas las he ensamblado con glasa, no existe ningún molde con esa forma concreta. El proceso de dibujar el personaje fue lo más fácil, puesto que se trata de una decoración habitual con manga pastelera y glasa real. El problema principal lo tuve cuando se me planteó incorporar fotos reales a las galletas, nunca he trabajado con algo así. He descubierto que es mucho más fácil de lo que parece.
Llevé las fotos preparadas en un documento de word a una tienda de repostería creativa y me las imprimieron allí, en 24 horas estaban listas. Se trata de papel fondant que, aunque es delicado, se maneja con facilidad. Me cobraron 9 euros por página, lo cual me parece un tanto caro, pero al menos la definición de las imágenes era muy buena.
Para pegar estas fotos en la galleta resulta que basta con empapar la superficie con mantequilla en pomada, recortar la foto con la forma adecuada y presionar suavemente el papel sobre la galleta.

En la foto de la derecha podéis apreciar cómo queda antes de pegar la imagen. Basta con una capa fina, aplicar mucha mantequilla puede alterar el sabor y dar una sensación aceitosa. Os aseguro que se pega perfectamente. Yo las dejé secar una noche entera y al día siguiente el papel seguía perfecto, no se había levantado ni una sola esquina.

¿Qué os parece? A mi me ha encantado el resultado y encima es fácil de elaborar, la única pega es que es una técnica de decoración cara. ¡Ah! por cierto, la camisa de cuadros está pintada con rotulador azul de Rainbow Dust y la marca que simula el cocodrilo de Lacoste con rotulador verde, he intentado añadir todos los detalles que he podido.

Como siempre, no me queda más que esperar que os haya gustado porque a mi me encantan. A todo esto, este encargo es un regalo de reyes, ¿a que es ingenioso?


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